Tiny Desk Concert de Carlos Vives: un canto desde La Provincia

Como parte de la doble celebración de los 30 años de La Tierra del Olvido y del Mes de la Herencia Hispana, Carlos Vives, junto a NPR, presentó su respectivo Tiny Desk Concert.
El artista samario, acompañado por su agrupación La Provincia, viajó en el tiempo para reinterpretar canciones escritas por grandes juglares de la cultura vallenata como Alejo Durán y Leandro Díaz, seguidas de aquellas composiciones en las que germinó el sonido que más adelante se conocería como “el rock de mi pueblo”.
Junto a la maestra e ingeniera de la gaita, Mayte Montero, el tecladista Carlos Iván Medina y el bajista “Papa” Pastor —integrantes de la Provincia original— se sumaron grandes referentes de la música colombiana actual, como el productor y músico Andrés Leal y el Rey Vallenato Cristian Camilo.
‘La Cachucha Bacana’, escrita por Alejo Durán, abrió el Tiny Desk, seguida de una de las canciones más versionadas del vallenato y que mejor representan al género: ‘La Diosa Coronada’, del poeta de los ojos del alma —Leandro Díaz, quien era ciego—, en la que el tiple colombiano aporta un aire renovado.
El viaje por La Tierra del Olvido continuó con ‘Ella’, compuesta por Iván Benavides, maestro en composición de Carlos Vives, donde la armónica en manos del samario convierte la introducción en un momento especial. ‘Agua’, de la autoría de Teto Ocampo, es quizá el mejor ejemplo de ese sonido llamado “el rock de mi pueblo”, en el que lo hispano, lo indígena y lo afro se funden en un abrazo sonoro, mientras el clarinete de Adrián Viáfara abre un nuevo universo.
“La carátula de La Tierra del Olvido soy yo, buscando quién soy y buscando a mi familia, mi árbol familiar. Está Mayte, que es afro; Egidio, que es mestizo, un costeño de ojos azules; Teto, un rockero Kogi; y yo, que no puedo tener más apellidos españoles” nos dijo Carlos Vives en exclusiva para ROLLING STONE en Español y lo volvió a recalcar durante el Tiny Desk, recordando a su compadre Egidio Cuadrado y antes de interpretar el himno de su música: ‘La Tierra del Olvido’, canción que cerró con un aire de música llanera, tal como lo hizo El Cholo Valderrama en la versión lanzada en 2015. Con este final, el samario envió un mensaje de unión y amor entre Colombia y Venezuela.
La enérgica e icónica ‘Pa’ Mayte’, inspirada en la gaitera, y ‘Fruta Fresca’ —única pieza del repertorio que no pertenece al disco La Tierra del Olvido— fueron las encargadas de cerrar un Tiny Desk que, sin lugar a dudas, volvió a mostrarnos la mejor versión de Vives: un abrazo sonoro llamado “el rock de mi pueblo”.